El término outplacement corresponde a una serie de procedimientos de desvinculación programada o asistida, para la búsqueda de un nuevo empleo o reorientación a una nueva actividad profesional, con la finalidad de facilitar la reinserción de la persona en el mercado laboral.

El concepto del trabajo se encuentra ante un cambio profundo y sustancial, más aun en estos momentos, ya que se está pasando de un modelo de empleo estable y fijo a uno mucho más dinámico, en donde el trabajador desempeñará distintos puestos de trabajo a lo largo de su vida laboral. Las empresas son cada vez más responsables y comprometidas con todos los grupos de interés, tratando de generar un impacto positivo a todos los niveles y dejar constancia de su empatía y ética en la sociedad. Como consecuencia, en los últimos años, empieza a tener fuerza la práctica del outplacement, es decir, la contratación de consultoras especializadas para facilitar la reubicación de los empleados que, por diferentes circunstancias, deben abandonar la compañía.

El término outplacement corresponde a una serie de procedimientos de desvinculación programada o asistida, para la búsqueda de un nuevo empleo o reorientación a una nueva actividad profesional, con la finalidad de facilitar la reinserción de la persona en el mercado laboral.

Desde el año 2000, se ha popularizado su uso en Latinoamérica sobre todo en multinacionales luego de recortes masivos de personal o reestructuraciones. Colombia, Perú, México, Chile entre otros, son países en donde el outplacement se ha vuelto un servicio cada vez más deseado como parte de un paquete de compensación por finalizar un contrato o entre los profesionales competitivos en búsqueda de nuevos empleos o retos laborales.

Por medio del Outplacement, se pone a disposición del trabajador todas las herramientas posibles para la búsqueda de un nuevo empleo, respondiendo a la necesidad de orientar a los candidatos hacia aquellos puestos y empresas donde mejor pueda encajar su perfil, realizando una completa reorientación profesional. La meta consiste en adaptar el proceso de outplacement al perfil profesional de cada uno de los candidatos. El proceso se inicia con el soporte emocional, herramientas para enfrentar el mercado, entrevistas, evaluaciones, feedback y sesiones de coaching. Puede llevar dos meses aproximadamente y luego un tiempo igual en la búsqueda de nuevas posiciones a las cuales vincularlas.

El principal beneficio de los planes de recolocación especializados es la disminución del tiempo de transición desde el cese hasta la nueva contratación, con las consecuencias económicas y emocionales que ello conlleva. Al estar acompañados por expertos en la materia, que asesoran y guían a los profesionales durante el proceso de búsqueda de empleo, los desempleados se sienten más confiados y seguros de sí mismos, diluyendo la carga emocional negativa del proceso agilizando así la negociación y todo el proceso de desvinculación. Además de minimizar el deterioro de la imagen de marca ocasionado comúnmente por los procesos de downsizing, mejorar el ambiente laboral del resto del personal y evitar posibles problemas legales que pueden generarse a raíz de un despido.

El outplacement no crea oportunidades laborales inexistentes, sino que hace más evidentes las correctas por lo que mal orientado, puede generar frustraciones.

Perder un empleo es algo que marca a un trabajador en cualquier época y más aún en estos momentos donde la incertidumbre es la sensación que marca el momento, pero el acompañamiento que se le puede ofrecer a la persona identificando sus fortalezas y debilidades a través de herramientas desarrolladas por Capital Humano para ello, puede hacer que este proceso marque la diferencia entre un proceso de por sí difícil para el trabajador y para la compañía que tomo dicha decisión.

En base a la amplia experiencia con la que contamos desarrollando dicho servicio, en Capital Humano hemos diseñado un programa de outplacement flexible y eficaz con el que transformar la visión.