Hoy día, se habla acerca de las competencias y habilidades que las personas deben exponer y/o demostrar en una entrevista laboral, pero quizás no se conoce con exactitud que son ni qué es lo que realmente evalúan los profesionales de selección al momento de elegir al candidato adecuado para un puesto de trabajo.

Para clarificar su definición, el concepto de competencia es multidimensional e incluye distintos niveles como saber (datos, conceptos, conocimientos), saber hacer (habilidades, destrezas, métodos de actuación), saber ser (actitudes y valores que guían el comportamiento) y saber estar (capacidades relacionada con la comunicación interpersonal y el trabajo cooperativo). En otras palabras, la competencia es la capacidad de un buen desempeño en contextos complejos y auténticos. Se basa en la integración y activación de conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores.

Para ejemplificar el tema, inclusive una competencia podría ser un “comportamiento” que sirve para definir y asociar una serie de conductas relacionadas entre sí. Por ejemplo, decimos que una persona es organizada “comportamiento” porque asociamos a ella una serie de conductas observables “indicadores” como pueden ser; planifica su tiempo, usa dispositivos digitales para priorizar acciones o cumplir con los plazos acordados.

No debemos caer en el error de no definir este “comportamiento”, ya que no todo el mundo puede identificar a la competencia organización con los comportamientos descritos anteriormente, dependerá además del contexto y organización en concreto.

Por eso, en una entrevista de trabajo, es muy importante no sólo decir que se posee tal o cual competencia, ya que esta por sí sola no aporta valor, sino indicar por qué se considera que se tiene, haciendo mención a cada una de las conductas observables, utilizando ejemplos y compartiendo vivencias en anteriores empleos o situaciones de la vida cotidiana.

Según el modelo de selección por competencias, se clasifican en los siguientes puntos:

Competencias transversales (Soft skills)

Engloba competencias generales y comunes del ámbito laboral, no ligadas a conocimientos ni profesiones específicas y que se aplican a todos los contextos laborales. Por ejemplo, trabajo en equipo, compromiso, resolución de problemas, adaptación.

Competencias técnicas o especificas (Hard skills)

Son competencias propias de cada puesto de trabajo u ocupación. Por ejemplo, para un puesto comercial estarían competencias como la negociación, empatía y escucha activa, entre otras.

Por tanto, las recomendaciones a tener en cuenta antes de acudir a una entrevista de trabajo serian las siguientes; buscar información acerca las competencias transversales y especificas necesarias para desempeñar el puesto de trabajo al que se quiere acceder, y la posibilidad de ir familiarizándose con ejemplos concretos en los que se pueda demostrar que se pueden desarrollar, de manera a que no caigan de sorpresa las preguntas que estén relacionadas a las competencias. A esto sumamos las “ganas y una buena actitud”, ya que son pilares fundamentales para llevar a cabo una buena entrevista.