Las modernas teorías de la administración, la especialización en la realización de los procesos, la mayor competencia en busca de la eficacia y la calidad total obligan a las empresas a enfocar sus esfuerzos hacia la especialización en el verdadero motivo de su existencia. Este es el denominado outsourcing o tercerización.

Esta teoría de administración, aunque tiene antecedentes en la década de los 70, la desarrollaron grandes empresas estadounidenses al comienzo de la presente década y se extendió rápidamente en empresas europeas, asiáticas y latinoamericanas dedicadas especialmente a labores industriales y de servicios.

Básicamente el outsourcing o tercerización consiste en que una empresa contrata a largo plazo procesos con un proveedor externo, para conseguir mayor efectividad en el negocio.

Dichos procesos van desde el suministro de servicio de aseo o comida hasta el de computadores y soporte técnico en equipos industriales, entre otros.

Entre algunas de las razones por las que las empresas deciden realizar un outsourcing o tercerización se encuentran:

1.Reducir y controlar los gastos de operación.

2.Disponer del capital para destinarlo a la inversión en los sectores clave de la empresa.

3.Disponer de recursos que no existen dentro de la organización que realicen operaciones altamente especializadas.

4.Dedicar más tiempo a las funciones difíciles o que están fuera de control.

5.Tener acceso a proveedores con alta tecnología, herramientas y nuevas técnicas que la empresa no posee.

6.Adaptarse a las oportunidades de cambio, compartir los riesgos y buscar mayor flexibilidad.