Para toda Organización, es fundamental alinear sus estrategias y objetivos generales con los de la alta gerencia. Sin embargo, esto no siempre ocurre por diferentes motivos, como son: la poca claridad de lo que se quiere, la descoordinación de las diferentes áreas, la falta de métricas para el control periódico, entre otros.

En estos años de experiencia, conocí muy pocas Organizaciones en donde los Gerentes de Talento Humano tengan metas y objetivos completamente alineados a los objetivos generales de la Organización. En general, estos Gerentes realizan su planificación basándose en las necesidades puntuales de su área y según las necesidades de las personas que forman parte de la Organización.

Para evitar esta ineficiencia es fundamental hacerlos partícipes desde la elaboración del plan. Ya no es suficiente con incluirlos en reuniones de directorios para bajarles líneas de ejecución. Sus opiniones y sugerencias sobre los talentos internos y el grado de compromiso de los mismos hacia la organización proporcionarán información muy valiosa para el armado de la estrategia. 

Si la planificación estratégica se construye exclusivamente con información comercial y financiera, probablemente termine implicando más gastos de los presupuestados. 

Los Gerentes de Personas deben analizar sus datos de manera conjunta con las demás áreas para impulsar los resultados empresariales esperados. Estos deben ser analizados simultáneamente y no separadamente para lograr satisfacer las metas establecidas por la compañía.

Tener una relación cercana con la demás área permitirá que se logren en término de costos, activos estratégicos e indicadores, mejor rendimiento y contribución en la rentabilidad de la empresa y por sobre todo una visión global de hacia dónde vamos.

Marcos Laguardia | Socio Gerente de Capital Humano