¿Qué momento inusitado vivimos, no es verdad? Para unos difícil, para otros oportuno, para muchos incierto, triste y desafiante, al menos, inusitado, nuevo y diferente de todo lo que vivimos en las últimas décadas.

Los cambios en la sociedad están por venir, el “próximo normal”, será distinto de ayer y de lo que vivimos hoy. El mundo ya ha vivido otras pandemias, y los cambios se consolidan postcrisis, en las reflexiones de lo que la sociedad desea y lo que no desea más.

Bajo el entorno que vivimos estamos en la curva, son muchas las emociones e incertidumbres. Los debates de la sociedad nos traen una idea de donde estamos, para donde vamos y de cómo será el futuro después de la pandemia, muchas posibilidades son abordadas, tales como, más cooperación, solidaridad, las necesidades del colectivo por encima de las necesidades del individuo, nuevas políticas gubernamentales, responsabilidades con el medio ambiente, igualdad de derechos y deberes. ¿Y qué necesitamos para que esas ideas se consoliden a largo tiempo?Que esas nuevas conductas sean practicadas en todas las actitudes y decisiones, que sean a un nivel individual, gubernamental o empresarial. Solo con la práctica de nuevas conductas, los cambios serán sustentables y de verdad, tendremos el “próximo normal”.

Pero esas conductas de responsabilidad social, solidaridad, diversidad e inclusión, no son nuevas, o son debido a la pandemia exclusivamente, la sociedad viene hace tiempo transformándose y buscando cambios disruptivos en cómo actuar más enfocado en el humano y en el colectivo. Tenemos agrupaciones y asociaciones de Capitalismo Consciente, Sistema B, Humanización, empoderamiento femenino, antirracismo y otros movimientos en la búsqueda de más igualdad. En el reporte anual de tendencias globales de capital humano, se viene año tras año destacando, que el futuro de las organizaciones está en las manos de las “Empresas Sociales”. Organizaciones cuya misión mezcla el crecimiento de las ganancias obtenidas, junto con la necesidad de respetar el medio ambiente y toda la red de relaciones involucrada.Son organizaciones que cargan en sus espaldas, la responsabilidad de ser buenos ciudadanos, dentro y fuera de la misma. En ese entorno, el rol de líder para dicha transformación es fundamental, las competencias de liderazgo se muestran cruciales en momentos de crisis, para la construcción del futuro con más equilibrio entre el capital (riqueza) y lo social. La sociedad cuestiona cada vez más los modelos existentes de poder. El modelo democrático, ágil y participativo es cada vez más requerido, con eso no habrá más espacio, no será más sustentable, el estilo de comando y control, y el autoritarismo. Las organizaciones sustentables serán las que tendrán líderes cada vez más conscientes de su responsabilidad para con las personas, su equipo y la sociedad. Para que la organización sea sustentable, necesita de competencias, fortalezas internas.La organización que apoya su modelo de negocios solo con referencia al ambiente externo, debe estar pasando por momentos más complejos, hasta más dolorosos.

Las empresas cambian de forma proactiva o reactiva. En la proactividad, ellas se dan cuenta de las oportunidades o sienten la necesidad de readecuación, son los motivadores internos. En la reactividad, cambian por la incomodidad o el dolor por la presión del mercado, son los motivadores externos. Al punto de que las empresas que se motivan a protagonizar los cambios de acuerdo con sus valores y propósitos son más exitosas y sustentables. Sus líderes son visionarios, son empresas auto direccionadas, que ven las oportunidades y contribuyen con toda la red de relaciones en la organización.

¿Y cuáles son las competencias del futuro requeridas, para que los líderes puedan manejar negocios que sean sustentables? Hablemos de diez de ellas: 

1. Empatía, capacidad de comprender verdaderamente a las personas y de entender sus necesidades.Entender lo que es valioso para cada miembro del equipo y atender a esa necesidad. Proporcionar compromiso (‘Engagement’) mediante el respeto al ser humano, haciendo lo que para el otro es importante. 

2. Vulnerabilidad, capacidad de entender sus propias emociones y la de los otros. Saber reconocer que no tiene todas las respuestas, reconocer sus incertidumbres, compartir riesgos y no tener temor de exponerse emocionalmente, ser transparente. Habilidad de hacer buenas preguntas, para la construcción de soluciones con la contribución del equipo.

3. Propósito y Resiliencia, capacidad de mantenerse conectado a valores. Conquistar el éxito del negocio como parte de un contexto social más amplio. Habilidad de crear y comunicar el propósito a la red de relaciones. Enfocado en las ganancias y en el propósito, en vez de solo en las ganancias. Resistir y mantener decisiones enfocadas en el propósito, mismo que sea en momentos de adversidad y crisis. Confianza en liderar situaciones complejas y ambiguas. 

4. Socialmente Responsable – Toma decisiones con la consciencia del impacto en la sociedad.Busca alcanzar el retorno de las inversiones en cada una de las tres áreas del Triple Bottom Line, Económico, Ambiental y Social. 

5. Adaptabilidad, capacidad de ajustarse rápidamente a cambios y ajustar las prioridades de acuerdo con la necesidad del cliente y/o cambios tecnológicos. Flexible a las nuevas presiones de la competencia, a la perdida de talentos y a las nuevas demandas del mercado. No es rígido intelectual, emocional e interpersonalmente. 

6. Agilidad, capacidad de moverse y aprender rápido,de desburocratizar, simplificar y empoderar al equipo para la toma de decisiones, para la oferta y la entrega de productos y soluciones rápidas al cliente. 

7. Colaboración, capacidad de generar colaboración entre los miembros del equipo.Democratiza el conocimiento. Fomenta decisiones que tengan base en los niveles más bajos; proporciona autoridad y recursos. Es ‘hands-on’ apropiadamente.

8. Habilidad Analítica, capacidad para identificar problemas significativos y oportunidades, y de tener insights.Analizar problemas profundamente. Relacionar y comparar datos de diferentes fuentes. Analizar datos y hechos, determinar su causa raíz y la relación sutil entre datos de varias fuentes, tomar decisiones con base en escenarios analizados. 

9. Habilidad Digital, capacidad de hacer uso de tecnologías existentes, nuevas y emergentes.Entiende lo que es mejor para aplicar al negocio, descartando lo que es tendencia y que no agrega valor al producto/servicio. Integra con inteligencia y colabora por diferentes plataformas.

10. Innovación, capacidad de crear abordajes y soluciones originales.Innova y mejora operaciones de productos y servicios, sin parar. Toma riesgos calculados. No tiene miedo de exponerse al ridículo, al proponer soluciones disruptivas. Líder que logra conectar recursos y personas en la construcción de un ambiente innovador, que recibe el error como parte del proceso de aprendizaje y que comparte con el equipo, en la búsqueda conjunta para dar la mejor solución. Los errores son un motor.

El liderazgo de hoy y del futuro involucra una combinación de expectativas tradicionales y nuevas competencias. El abordaje que acabamos de tratar fue hecho con referencia a las competencias cada vez más requeridas, no siendo las únicas competencias necesarias.

Artículo extraído de: Revista Talentum Latam. Edición N° 13. Agosto 2020   https://www.avgh.org.ve/revista/Revista%20Fidagh%202020-Agosto.pdf